La conversación entre amigos entraña muchas veces un auténtico acompañamiento espiritual, que requiere fe, lealtad y paciencia. (Darfruto.com).
Y os dejo con un artículo de Telva sobre las amigas, que creo os gustará:
AMISTAD
Hace unos días recibí un mail con este título: Las amigas curan, está claro que me lo enviaba una amiga.
Por lo visto, un estudio publicado por la universidad de los Ángeles en California explica que la amistad entre mujeres es sanísima y que charlar con una buena amiga te regala tanta salud como seguir al pie de la letra la famosa dieta mediterránea.
Tener amigas contribuye al fortalecimiento de la identidad, son un remanso donde volcar nuestros problemas emocionales, y nos recuerdan quiénes y cómo somos realmente.
Hay una sustancia en nuestro cerebro, la oxitocina- prosigue el estudio- que nos ayuda a crear y mantener lazos de amistad con otras mujeres. Cuando esta hormona se libera reduce nuestro estrés y provoca un efecto calmante.
¿quién no ha acudido a una larga charla por teléfono con una amiga, cuando ya no podía más, y al colgar no se ha sentido como nueva? Total, que la oxitocina y las amigas verdaderas y leales contribuyen a reducir nuestra presión arterial y mejorar nuestro ritmo cardiaco.
El estudio asegura que tener buenas amigas nos ayuda a vivir más años. Es cierto que cuando recibí este mensaje por internet, no terminé de creerme su contenido, pero acabé llamando a su remitente: una amiga. No sé si su conversación redujo mi nivel arterial pero sí me reí un rato, y eso también es muy sano.
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Y os dejo con un artículo de Telva sobre las amigas, que creo os gustará:
AMISTAD
Hace unos días recibí un mail con este título: Las amigas curan, está claro que me lo enviaba una amiga.
Por lo visto, un estudio publicado por la universidad de los Ángeles en California explica que la amistad entre mujeres es sanísima y que charlar con una buena amiga te regala tanta salud como seguir al pie de la letra la famosa dieta mediterránea.
Tener amigas contribuye al fortalecimiento de la identidad, son un remanso donde volcar nuestros problemas emocionales, y nos recuerdan quiénes y cómo somos realmente.
Hay una sustancia en nuestro cerebro, la oxitocina- prosigue el estudio- que nos ayuda a crear y mantener lazos de amistad con otras mujeres. Cuando esta hormona se libera reduce nuestro estrés y provoca un efecto calmante.
¿quién no ha acudido a una larga charla por teléfono con una amiga, cuando ya no podía más, y al colgar no se ha sentido como nueva? Total, que la oxitocina y las amigas verdaderas y leales contribuyen a reducir nuestra presión arterial y mejorar nuestro ritmo cardiaco.
El estudio asegura que tener buenas amigas nos ayuda a vivir más años. Es cierto que cuando recibí este mensaje por internet, no terminé de creerme su contenido, pero acabé llamando a su remitente: una amiga. No sé si su conversación redujo mi nivel arterial pero sí me reí un rato, y eso también es muy sano.
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Comentarios
Bss
Un beso!
La amistad es fundamental...aunque sea una buena, íntima...fundamental.
Por cierto, no me pierdo el suflé de manzanas...ya te diré cómo me sale.